Desafíos para el sector minero

Todo depende del cristal con que se mire. Según información del Ministerio de Energía y Minas (Minem), hasta el mes de julio, se puede observar una variación interanual positiva de 9,9% en el valor de las inversiones mineras. El mayor crecimiento se observa en el rubro de desarrollo y preparación de minas, con 50.7% de incremento, seguido de Exploración, con 39.4%.

Sin embargo, esto no implica que las cosas vayan del todo bien. “De acuerdo con datos oficiales del Minem, hay 43 proyectos mineros pendientes de construcción, por un monto de inversión que superaría los US$ 53.000 millones, pero la realidad es otra. Solo algunos tendrían posibilidad de concretarse. El resto está paralizado o tiene graves problemas de viabilidad (como Tía María). La cruda verdad es que después de Quellaveco, que iniciaría operaciones este año, no hay otros grandes proyectos en fases avanzadas en el horizonte”, explica Marcial García, socio líder de Minería y Metales de EY Perú.

Agrega que la seguidilla de conflictos sociales, los continuos bloqueos de carretera y la paralización forzada de grandes operaciones (como las de Las Bambas y Cuajone) fueron algunos de los hechos que marcaron el primer semestre del año en el país. Esto, lógicamente, configura un escenario de tiempos difíciles para el sector.

“A pesar de nuestro enorme potencial geológico, de un tiempo a esta parte venimos perdiendo atractivo para las inversiones mineras. Basta hacer una rápida revisión de la última encuesta anual de competitividad minera, publicada por el Instituto Fraser de Canadá, para comprobarlo. En este ranking caímos ocho peldaños, pasando de ocupar el puesto 34 en el 2020 al discreto puesto 42 en el 2021, un retroceso considerable si se toma en cuenta que en el 2018 estábamos en la ubicación 14”, detalla García. Estamos, pues, ante un panorama poco alentador, caracterizado por crisis continuas que afectan el desarrollo del sector.

PRECIOS
La coyuntura no está siendo favorable para el cobre. El precio promedio en julio sufrió una reducción de 16.6% frente al mes anterior. Por otra parte, la cotización del oro también presentó una caída intermensual de 5.3%, básicamente por dos factores: el anuncio del gobierno de Uganda sobre el hallazgo de lo que podría ser el mayor yacimiento de oro del mundo y la caída de la demanda en India.

“Las cotizaciones de cobre, oro, plata, plomo y hierro presentaron contracciones interanuales de 20.2%, 3.7%, 25.9%, 15.4% y 49.9 % respecto a julio de 2021”, detalló el Ministerio de Energía y Minas.

La coyuntura internacional condiciona la reducción de los precios, sin embargo, estos no están en picada. Es más, aún se presentan atractivos para el mercado. “Los precios de los principales metales de exportación del Perú (oro y cobre) aseguran los ingresos de las empresas mineras por el resto del año y el 2023”, asegura Alfredo Mendiola, director de la Maestría en Finanzas de ESAN Graduate School of Business.

Además, añade, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), que para el 2023 se espera un crecimiento de alrededor de 8% en el sector minero. Por otro lado, opina que la tendencia apunta a que los precios de los metales se mantendrían como los actuales. “Los precios de futuro del cobre en el Chicago Mercantile Exchange (CME) para los próximos 12 meses tienden a estar similar al precio spot. Los precios a futuro del oro en el CME para los próximos 12 meses esta creciente (contango)”, detalla.

Sostiene que el crecimiento de 3.5% en la economía proyectado por el gobierno solo se puede conseguir con el apoyo del sector minero. Por tanto, no se deberían esperar cambios drásticos en las políticas gubernamentales que afecten la puesta en marcha de los megaproyectos mineros.

“Afectar al sector minero implica afectar el flujo de divisas por exportaciones. Hay que tener en cuenta que la minería genera alrededor del 60% de las exportaciones”, subraya.

DESAFÍOS
¿Cuál es el reto más complicado en un contexto que amenaza con una recesión global y una menor demanda de metales por parte de China? “Si no se hace algo para resolver los problemas que dificultan sacar los proyectos adelante, puede que se pierda la oportunidad de captar los capitales que tanto se necesitan. Aparte de cruzar los dedos para que el entorno internacional no se deteriore más, es necesario agilizar los trámites burocráticos tanto con el gobierno nacional como con los gobiernos subnacionales e impulsar mejoras regulatorias para acelerar la ejecución de proyectos”, afirma Marcial García, de EY Perú.

Es imprescindible también enfocar los esfuerzos en solucionar de manera definitiva los conflictos sociales, aumentar la presencia del Estado en las zonas cercanas a las operaciones mineras y mantener un marco tributario estable y competitivo.

“Las empresas mineras deben apoyar a las comunidades con inversiones que sean sostenibles y que se mantengan una vez que las operaciones mineras se discontinúen. Otro reto es aprovechar las condiciones actuales para llevar adelante las inversiones que les permitan mantener un liderazgo en costos cuando, en un futuro más lejano, se tenga una reducción en el precio de los metales”, puntualiza Alfredo Mendiola, de ESAN.

Si bien los niveles de producción se han recuperado, se necesita que nuevos proyectos mineros entren en operación. Para ello, es indispensable impulsar el diálogo constante entre el Estado, el sector privado y la población, de manera que se muestre cómo la actividad extractiva minera formal genera desarrollo en las regiones, respeta el medio ambiente y cumple con las normas vigentes. 

EN PANDEMIA
Marcial García, socio líder de Minería y Metales de EY Perú, explica que el 2020 los volúmenes de producción de cobre, oro, zinc, plata, plomo y hierro cayeron -12.5%, -32%, -5.3%, -22.5%, -21.9% y -12.1%, respectivamente, afectados por la emergencia nacional ocasionada por el Covid-19.

“Estos seis productos representan el 95% de la producción minera del país y de las exportaciones mineras, por lo que dicho retroceso tuvo un gran impacto en el PBI minero, que se contrajo un 13.84%, el peor resultado en tres décadas”, afirma. En cambio, en otros países mineros de la región y del mundo, como Australia, Canadá y Chile, la actividad minera fue declarada esencial y no se detuvo.